Llevar crocs con calcetines es llegar a la cúspide de lo hortera.

Las crocs son esas horteras cangrejeras que todos en algún momento hemos tenido.  Pero nadie tenía la osadía de sacarlas fuera de su hábitat: las charcas y la playa.

Hace unos años salieron a la superficie de las ciudades y podíamos ver a atrevidos horteras luciendo crocs como si fuesen sandalias. No son sandalias. Son horrendos trozos de plástico que envuelven los pies. 

Supongo que estos trozos de plástico son muy cómodos y muy frescos. Entonces... ¿porqué hay personas que los llevan con calcetines? Será que tienen frío en los pies. O será que tienen ampollas en los pies. ¿La ventaja de los crocs sigue siendo que son frescas y cómodas?

¿Dónde dejaron todas esas personas su estilo y su dignidad? Quiero encontrar ese maravilloso lugar en el mundo donde se esconde la dignidad humana, bien lejos de las crocs. 

Creo que hoy en día ya no vemos a tantos atrevidos luciendo cachos de plástico, aunque de vez en cuando alguno asalta nuestra maravillosa visión. Los guiris siempre nos harán pensar en las crocs. 


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