Músicos de vagón de metro: me gusta más el silencio que vuestras canciones

Cuando voy en metro lo único que quiero es llegar del punto A al punto B. No. No quiero escuchar un concierto. Si quiero ir a un concierto me compro unas entradas y voy. Si me apetece escuchar música me pongo los cascos y el Ipod y escucho música. Y cuando lo hago, no obligo a nadie a escuchar la música que a mi me gusta.

Músicos del metro: no quiero escucharos. Ni yo ni prácticamente ninguna de las personas que estamos en el vagón. Vuestros hits del verano del 98 ya no le gustan a nadie. Vuestro acordeón molesta, vuestra armónica toca los cojones, y vuestros cantos dan por culo. 

Normalmente las personas que van en metro están totalmente metidas en sus pensamientos. No hay necesidad de hacerles recordar que están en un metro lleno de gente sudando como cerdos esperando a que llegue su parada con una mierda de música estridente de fondo. 

No tengo nada en contra de los músicos que tocan en los pasillos del metro. Si no te gusta su música pasas de largo. Si te gusta su canción te paras y la escuchas entera. Si te gusta muchísimo, hay algunos que venden sus CD's. Perfecto. Ningún problema. Incluso hay algunos que están situados en zonas especiales para ellos. Genial. ¿Tengo prisa? Paso de largo. ¿Me apetece escuchar su violín? Me paro 2 minutos. 

Pero los que tocan dentro del vagón son un tanto diferentes. Me atrevería a asegurar que no han pagado su ticket. Y encima, hacen pasar una mal rato al resto de pasajeros, que sí han pagado religiosamente su abono.

Lo hacen a mala fe. No solo cantan por las tardes. También lo hacen por las mañanas cuando estás sufriendo porqué llegas tarde al trabajo y no has dormido bien.  Estos cantamañanas cantan fatal canciones horteras. Y encima, tienen los cojones de hacerlo con el volumen a tope. Si estabas manteniendo una conversación con alguien, no escuchas nada. Ellos tocan para sordos.

No hay escapatoria. Si te toca un músico de vagón estás jodido. Hasta que el jodido cantamañanas lo decida no podrás volver a tus pensamientos, a tus conversaciones y, mucho menos, al tan deseado silencio.


Share on Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios :

Publicar un comentario